La agresividad de las mascotas depende de como los educaron o entrenaron sus dueños. ¿Qué culpa tienen los perros de que sus dueños les enseñen a ser agresivos y causar daño a otros?. Hay que saber diferenciar, una mascota no puede ser un arma de seguridad o advertencia. Es un ser vivo adoptado por una familia para ser un integrante más.
No se puede satanizar a las razas Pitbull simplemente porque algunos de los dueños de estos perros les enseñan a causar daño o atacar a otros animalitos o personas. Ellos no son responsables por lo que los seres que los adoptaron les enseñen.
Existen perros con problemas de conducta, es cierto, pero son la minoría. Ellos constituyen un porcentaje tan bajo que se puede considerar un cero estadístico.
Los seres humanos, tropas PitBull pretendemos manejar la conducta de nuestras mascotas para que estas no causen daño a ninguna persona. Debemos educar a los engreídos de la casa para que no muerdan ni ataquen a otras personas.
Es natural, por instinto todos los seres vivos buscan protegerse de otros seres que amenazan su existencia, sin embargo estas reacciones son educables desde que nacen.
La conducta de nuestras mascota puede ser moldeable desde que llegan a su nuevo hogar. Es indispensable enseñarles a interactuar con los integrantes de la familia, humanos o no, para luego hacer que sepan comportarse en sociedad.
Su instinto natural debe ser apaciguado desde pequeños. Es imprescindible que sepa diferenciar sus saludos amistosos de sus actos agresivos. Por lo general los perros tienden a ser efusivos en sus saludos, saltando sobre los seres que llegan a casa a manera de bienvenida, sin embargo cuando crecen, y son de mayor tamaño, estas reacciones pueden ser confundidas con ataques o causar daño involuntariamente.
Para evitar este problema debe educar a su mascota para controlar su alegría y efusividad. Debe aleccionarlo para que sea obediente y atienda sus órdenes, sobre todo en presencia de extraños. Para ello existen normas de conducta como enseñarle a sentarse ante una de sus órdenes.
Adiestre a su mascota desde pequeña. Un cachorro es mucho más fácil de educar. Tome en cuenta que apenas llegue a casa, para integrarse a la familia, usted debe demostrarle quien manda.
Un adulto deberá indicarle cual es su lugar en la casa, eso implica que usted elija un lugar tranquilo, perfectamente acondicionado para ser ocupado por el cachorro antes de que llegue a su nuevo hogar.
La persona que el cachorro deberá obedecer debe ubicarlo en casa y tranquilizarlo. Un nuevo sitio para el resultará extraño y es posible que desate su instinto destructivo. Deberá acostumbrarse a su nuevo habitad, siempre con ayuda humana.
Progresivamente el cachorro aprenderá a permanecer solo en el espacio que usted asignó para su descanso. Al principio debe realizar este proceso bajo supervisión, luego déjelo solo por unas horas, hasta que se acostumbre a no realizar destrozos mientras se encuentra solo.
Para enseñarle a no destruir, deberá proveerle de juguetes adecuados para mascotas, es decir antitóxicos y creados con la finalidad de que su perrito los muerda y se distraiga con el. Recuerde, jamás le acerque como juguete a su mascota algo de la casa, como un zapato viejo, pues esto hará que identifique este objeto como su juguete. En caso de destrozo la responsabilidad sería enteramente suya, no de su engreído.
Recuerde, la agresividad no siempre es negativa, si es que esta es encausada positivamente puede lograr que su mascota se convierta en una excelente guardiana de la casa, sin embargo debe recordar que esa no es su función. Ser parte de la familia, un integrante más de la casa, es la principal función de una mascota.
No debemos aprovechar el hecho de que las mascotas retribuyan el cariño y dedicación que le entregamos con protección. Ellos, al protegernos, nos demuestran su afecto pero ello no significa que sea su trabajo.
Si busca seguridad para su hogar, contrate a una persona para ello, las mascotas son animales que llegan a casa para dar alegría.
Por: Tropas PitBull
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